3 de
junio de 1770 – 20 de junio de 1820
Algunos dirán, se volvió loco, pero no. Repito
Saquemos o mejor dicho rescatemos a Manuel Belgrano de adentro de la estatua de
bronce en la que lo sepultaron.
El general no desacansa allí arriba sino en la parte inferior del mausoleo |
El general, el prócer, el héroe, el creador de
bandera argentina, el abogado, el diplomático, el pensador, fue ante todo un
hombre.
Un hombre común, con sus fortalezas y sus
debilidades pero claro la historia oficial necesitaba próceres hechos a la
medida de la nueva argentina que proyectaban.
Necesitaban sacralizar lo que no era santo,
necesitaban ejemplos de vida que acompañaran las nuevas políticas.
Próceres mirando al mas allá. Por encima de
todo y de todos.
Miren hasta donde llegaron para conseguir sus
objetivos , que uno de los retratos mas popularizados de Manuel Belgrano y
gracias al cual se ponía en duda su sexualidad no era el cuerpo de Don Manuel
sino de un barón francés.
Como sabrán en el convento de Santo domingo
funciona o funcionaba el Instituto Belgraniano, en una oportunidad, el
presidente del mismo, que era un Marino, tuvo un altercado con uno de los
asistentes al acto.
El problema lo acarreó las palabras del hombre
que dijo textualmente, Belgrano tuvo dos hijos.
El presidente del instituto se escandalizó y
quiso poner sobre la mesa todos sus títulos y mas el de presidente del
instituto, cuando el otro, simplemente le dijo yo soy tartaranieto del general
Belgrano y UD ni nadie me va a discutir esta realidad que Uds. Ocultan.
Monunmento en Plaza de Mayo |
El marino, con el rostro enrojecido, le
replico, esta bien, pero esto no lo podemos andar diciendo así nomás como si nada.
Hace falta algo mas para que UD se una a mi y
pida enfervorecidamente que rescatemos a los verdaderos próceres argentinos del
bronce donde los ocultaron!!!!!
A los otros, dejémoslos así, que es lo único que
los sostiene.
Edgardo R. ieraci
Muy buen "rescate" de la historia. Comparto.
ResponderEliminarWalter
A la derecha de la entrada a Santo Domingo hay una baldosa (generalmente tapada por una maceta)que recuerda, gastada y casi ilegible, el sitio donde fue enterrado Manuel Belgrano.
ResponderEliminarNo existe para mí el suntuoso mausoleo que intentó silenciar un olvido de 100 años (80 después de la muerte de Manuel y 20 previos, cuando los gobiernos prácticamente lo ignoraron, vivo).
En la inauguración del mausoleo, el bochorno de dos ministros llevándose sus dientes y reintegrándolos ante la denuncia pública.
Por eso, para homenajear a Manuel, pongo una rodilla en tierra y trazo una cruz sobre la mínima baldosa, tan acorde con la humildad del prócer.
Amelia