O mejor dicho el piratita cordobés. Mientras
tomaba un tesito de hierbas serranas, a escasos mtrs veo un niñito y comienzo a
observarlo. Algunas personas pasan a su lado pero parecen no verlo, como si
fuera para parte de un paisaje cotidiano.
Pero este no era o yo no lo veía como alguien
mas, no era parte del paisaje, era según mi óptica, el espíritu cordobés
corporizado.
Podría haber estado en alguna canción
cuartetera de Rodrigo o de la Mona pero no, lo veía yo solo.
Me acerco despacio, con la maquina de fotos
preparada, cuando llego frente a el, una mujer, se para justo entre los dos, me
imagino que yo también sería parte del paisaje, para ella.
Pues ni miró que estaba a punto de sacar una
foto.
Tranquila, tomándose su tiempo, miraba hacia
la vereda de enfrente, buscaría algún negocio o simplemente observaba la
terminal de ómnibus de Villa Giardino, pero no se movía.
Una gran bronca se iba apoderándose de mi,
pues pensaba. ahora se me va el chico y esta que no se mueve, me hizo recordar
a las vacas cuando cruzan una ruta, sin preocuparse de nada, rumiando
tranquilas.
Pero por fin decidió volver a caminar y de
apoco, al igual que las vacas, me dejo solo frente a mi pequeño objetivo.
El tampoco me había visto, estaba muy ocupado,
observando una moto estacionada en la vereda. Se acercaba de a poco, tomaba
distancia, miraba de reojo hacia un negocio cercano.
De a poquito se iba a cercando y levantando
sus piecesitos, intentaba subirse, pero no podía. Cuando levanto mi maquina,
una mujer sale del negocio y le dice:
-NO, veni para acá.
El nene
la mira y lejos de alejarse comienza a tocar la moto.
Le digo
-Eso no
se toca
El nene me responde
-Si
Yo-No
Nene-Si
En ese ínterin aparece nuevamente la mamá
-mamá, me dice el nene señalándola
-Y vos como te llamas? Le pregunto
-El nene responde mamá
Mientras nos entretenía hablándonos con
monosílabos disimuladamente sigue investigando su objeto de deseo, la moto.
Toca el volante, la pedalera, la goma, los
frenos y cuando no se siente observado por la madre da media vuelta y
poniéndose en punta de pie y con esfuerzo logra subirse.
Con cara picara sonríe para si mismo,
satisfecho de haber logrado concluir su aventura.
En cuanto su mamá sale del negocio, baja rápidamente
y con la mejor cara de nene bueno corre a darle un beso.
Su nombre, no lo sé, por eso lo del pirata
cordobés. Pinta de cuartetero, edad, año y medio cm. mas cm. menos y cuando
menos lo pensaba se da vuelta, me busca con la mirada y me dice chau con la
manito.
Edgardo R Ieraci
muy lindo el blog...felicitaciones es muy interesnte!!! Hermosas las fotos!! Lau
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