No todos los psicópatas están en el Borda….

Están en la municipalidad de la ciudad de  Buenos Aires o como le gusta al gobernador o Alcalde, en la Alcaldía (viste tiene otro tono más noble).

Bueno, resulta que el  Alcalde Don Mauricio Macri de la coima y asociados(a falta de dos apellidos le invento uno), quiere mudar su castillo céntrico a otro más nuevo, a construirse cerca de donde aparentemente bajaron los primeros conquistadores, en el  barrio de Barracas y poder desde allí, juntos a sus aliados de la rancia y de los nueva oligarquía rioplatense hacerse fuerte para enfrentar al gobierno Nacional populista.

Claro para eso hay que desalojar a esos originarios para urbanizar el sur………….

Pero siempre hay un pero que te jode, el día 26 de abril de 2013, las tropas de elite de la policía metropolitana, tomaron por asalto a fuego y palos, el predio del hospital Interdisciplinario Psicoasistencial José Tiburcio Borda.

Como decía, al amanecer, las fuerzas del alcalde, llegaron al Barrio de Barracas y pese a la orden cautelar de la justicia, atacaron con maquinarias pesadas como si fueran antiguas catapultas y destruyeron su objetivo, el ultimo bastión rebelde que le impedía concluir su sueño expansionista.

El último bastión era el taller protegido 19, en el que los internados, hacían carpintería, artes plásticas y otros tipos de manualidades que los ayudaban en su recuperación mental. Lógicamente a esa hora no había nadie dentro de el, pues las actividades comenzaban a partir de las 8 hs.

Ni médicos, ni enfermeros, ni terapistas, ni enfermos que pudiesen haberlo impedido. El hecho estaba consumado, las tropas del alcalde celebraban su victoria.

Pero, comenzó a llegar el personal, los trabajadores, los enfermos y allí empezaron  a actuar las fuerzas de asalto. Normalmente y como marca la ley, primero deberían haber marchado los escudos y detrás de ellos los agentes con las escopetas de balas de goma y gases lacrimógenos. Esto para que deban tirar para arriba y a una distancia prudencial como para no herir a nadie de muerte o lesiones graves.

En este caso fue exactamente al revés, primero las escopetas y luego los escudos. Heridos y prisioneros fueron tomados trabajadores del  hospital e incluso periodistas algunos de ellos, de medios de difusión (clarín) que apoyaban el ataque. El fotógrafo de marras, hombre de ley, cumplió con el deber de fotografiar lo que estaba viendo y eso no le gustó a las fuerzas monárquicas.

Más tarde, lo que vimos por TV, pibes encapuchados tirando piedras y la policía-ejercito citadino reprimiendo brutalmente.

taller destruido

El alcalde haciendo uso de los medios de difusión se mostró sacudido por tanta violencia. No entiendo decía, porque tanta violencia?. Si a escasos 100 metros construimos un nuevo taller con todo para que sigan trabajando sin problemas. Es la máquina de impedir nuestro trabajo, dijo entre otras boludeces.

En los medios masivos como clarín y todos sus satélites, el diario  la nación y con eso  tenemos el 80% de los medios que abarcan todo el país, solo se mostraba los infiltrados  tirando piedras con gomeras y encapuchados.

Nota: Colorín colorado esto no es un cuento, lo relaté  así para que lo leamos de forma más simple.

El taller fue demolido por topadoras, con todas las herramientas adentro, no se tomaron ni el trabajo de despejarlo antes de tirarlo abajo y suerte que no había nadie durmiendo allí porque sino tendríamos algún muerto.

Parte de estas herramientas fueron recuperadas por terapistas voluntarios que las taparon con chapas y maderas para protegerlas de la lluvia.

El Taller anunciado por Macri, está instalado en un segundo piso de un edificio que da sobre la calle Brandsen y está en un segundo piso y su único acceso es una escalera caracol. El mismo no no se encuentra  habilitado.

Hay una cautelar vigente, por eso se lo multa con 20.000$, cifra irrisoria pero que sirve simbólicamente para dejar en claro que MAURICIO MACRI Y SU GOBIERNO INFRINGIERON LA LEY.

POR ESO EL TITULO:No todos los psicópatas están afuera.

                                                                                                                             Edgardo Ruben  Ieraci